miércoles, 2 de enero de 2013

LOS VIENTOS DEL 2013


Con una brisa constante y fresca, que proviene desde el Sur más blanco y salutífero, llegó el 2013. Arribó con un puñado de promesas, con una valija cósmica llena de bienaventuranza y fe.

 Entre bullicios familiares, brindis ocasionales y otros tardíos, casi destemplados, con pequeños jugando en torno de la ataviada mesa, todo está propenso para construir cosas buenas. Los fuertes petardos sacuden un tanto el ambiente, mientras las grandes luces que brillan en el cielo, iluminan de a ratos el vecindario alegre.

No nos preguntemos: ¿Qué nos traerá el 2013?...Más bien tomemos la decisión de construir en nosotros los anhelos positivos que deseamos. ¡Los enfermos pueden mejorar! ¡El dolor tarde o temprano va a ser opacado por la dicha de vivir! ¡La ignorancia dará paso al saber!...Todo mejorará si lo concebimos audaz y valientemente en nuestra mente… ¿acaso lo que nos rodea no es una proyección de nuestra propia mente? ¡Mejoremos las coordenadas de nuestra ideas, revivamos nuestra vida interior, entonces el exterior reflejará nuestra armonía espiritual!

¡Todo comienza y finaliza en el insondable mundo del pensamiento, cuidemos a qué le prestamos atención, ahí está el cimiento de lo que construimos!

Pero tengamos siempre en cuenta que los cambios se producen desde uno mismo. Con un fusil cargado de dolor y muerte no mejoraremos al mundo. Tampoco con gritos y muñecos quemados. Mejoraremos nuestro rededor en la medida que nos volvamos más útiles a los demás, en la medida en que seamos capaces de perdonar y reflejar belleza en cada sentir.
Si algo sale mal, es por nuestra responsabilidad. Busquemos en nosotros mismos la solución, es normal fallar y equivocarse. También es el sagrado deber continuar intentando. “¡La práctica hace al MAESTRO!”…

Soñemos despiertos, muy despiertos, a mayor lucidez, mayor dicha. Una mente lúcida, con una voluntad resuelta, es capaz de transformar lo tosco en sutil, lo burdo en delicado, lo torpe en habilidoso.osamente en sus picos nevados más altos, sólo hay que atreverse a escalar… ¡Feliz 2013!

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